En esta entrada voy a hablar un poco sobre uno de los
paradigmas de la biotecnología, el de las ciencias ómicas, que están sirviendo
de base para una gran cantidad de estudios sobre el diseño de fármacos, el diagnóstico
y prevención de enfermedades, la medicina personalizada, la respuesta evolutiva
de los organismos…
Las ciencias ómicas estudian un conjunto de moléculas o,
dicho de otra manera, un tipo de moléculas en su conjunto, entendiendo este
como un sistema. Así, la genómica estudia el conjunto de genes o genoma, la
proteómica hace lo mismo con las proteínas, la metabolómica descubre información
sobre los productos moleculares generados en el metabolismo, etc.
Cada ómica genera un gran volumen de información específica
e imparcial sobre el sistema, del que se asume que todas sus partes están interrelacionadas
e interconectadas. Por tanto, por separado, la información generada por cada
ómica es insuficiente para conocer la complejidad del sistema.
Es la biología de sistemas la que se encargará de integrar
la información generada por cada ómica para estudiar el sistema desde un enfoque holístico a
través de redes interconectadas que explican la relación entre los componentes
del sistema y modelos matemáticos que generan hipótesis sobre los fenómenos biológicos
y permiten hacer predicciones teniendo en cuenta las variaciones biológicas.

La revolución de este paradigma está, por tanto, en la formulación
de la hipótesis a posteriori, en contraste con la antigua tradición en que la
hipótesis es la base de la que parte la investigación y el proceso experimental.
Sí que me parece un paradigma nuevo y muy interesante. Me ha sorprendido mucho lo de la hipótesis a posteriori... especialmente en estos tiempos en que estamos discutiendo tanto sobre "el Capián a posteriori": https://joaquinsevilla.blogspot.com/2020/03/predicciones-del-pasado.html
ResponderEliminar(ya entiendo que hablamos de otra cosa, entiéndeme la broma)